Lo que ha de ser para tí, siempre encontrará el modo de llegar a tí

Concéntrate en vivir cada instante de tu vida con alegría y quietud. Mantente en calma. Sé paciente y deja que todo fluya con el curso de la vida.

Debes comprender que a veces, es preferible dejar que las cosas sean y corran su curso sin intrometerse, pues hay un curso natural, hay un proceso, y hay un devenir. Al intrometernos, muchas veces, entorpecemos, creemos ayudar y sin embargo, hacemos el camino más complejo, más pesado, más difícil y hasta a veces más largo. Si dejamos que las cosas corran su curso natural, sin intrometernos, veremos que mucho de lo que creíamos imposible se resuelve ante nosotros, se desvanece en nuestras manos como granos de arena que atraviesan nuestros dedos.

Si permitimos que la vida sea y fluimos y navegamos con el curso de la vida, entonces, veremos como el curso lleva a cada uno a donde debe estar y colocarse. Deja que la vida «ordene» a cada uno en su lugar. Y envuélvete en amor. Todos los días rodeate con el manto del amor, con una profunda luz rosada. Envuélvete en ella, y deja que esa luz rosada circule a través de todo tu cuerpo. Permítelo. Deja que fluya y vaya hacia donde tiene que ir.

Entrégate. No fuerces las cosas, pues lo que ha de ser para ti, será. No dudes de ello y deja que el curso de la vida coloque a cada uno donde debe estar. Lo que ha de ser para ti, será en ti. Y siempre encontrará el modo de llegar a ti.

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