Abrázate al enojo. Pues si no hay enojo, si no hay bronca, si no hay una realidad que necesita ser modificada, si todo eso no sucede, tampoco el cambio sucede. Y la semilla tampoco será depositada donde deba ser depositada. Hazte UNO con tu enojo, con la bronca, con aquello que te disgusta. Pues solo desde la unión con ese enojo, con esa bronca, se gestará desde el amor, tal como en la concepción, la semilla que es necesaria para el cambio. Asi como un motor necesita gasolina y así como el corazón no siempre habla de lo bello, las semillas tampoco se gestan solo en la belleza, pues las semillas se gestan del disgusto, del enojo, de la bronca.
Pero hay una diferencia entre un enojo en vano, una bronca vacía, una queja insulsa, y el enojo que vale la pena. Hazte UNO con tu enojo, y una vez que lo hagas permítele SER en unión con el amor, unión con un corazón puro que sea en la gestación de la semilla, que más tarde será depositada donde deba germinar. Permítete que todo este proceso pueda ser llevado a cabo. Permítete vivenciarlo desde el amor.
Entiende que el enojo es solo una etapa más en el cambio, una etapa más necesaria para que las realidades sean modificadas, solo una etapa más que aunque no sea bella tal como imaginabas que el cambio de un corazón puro traía, no es bello su origen, no es bella la gasolina, pero bien bello es el camino, bien bello es hacia donde se dirige el motor con gasolina cuando sabe hacia donde se dirige.
Entonces, no te enojes con tu enojo. No te enojes por no aceptar la no belleza. No te enojes por disgustarte con todo aquello que no se alinea con el amor más supremo. Abrázate a ello y alza tu voz. Exprésate desde el amor. Exprésate, pues solo cuando te expreses desde el amor, sea en acciones, sea en palabras, solo ahí el cambio será. Pues esa semilla se vea o no, se acepte o no, genere enojo o no, es y será gestadora del cambio.
Y una vez que la semilla haya sido depositada, deberás dejarla que haga su trabajo sin coartarle su libertad, sin mostrarle el camino. La semilla en su interior contiene también el camino, contiene la frecuencia que busca, contiene lo que atrae, contiene hacia donde va. La semilla sabe desde su misma gestación para qué fue creada y hacia donde se dirige, pues la semilla no ES en vano. La semilla tiene una razón de ser, tiene un propósito, tiene una misión, y está en infinita conexión con el amor más supremo. No hay errores cuando se está en conexión con el amor más supremo, no hay errores cuando se la deja SER en libertad con el amor. Pues entonces abrázate al proceso, estamos aquí.